Perjuicio al tránsito

Rejillas del drenaje tapadas por bolsas, corcholatas, cartones o cualquier tipo de basura son el común en las calles de Mérida, que pagan el precio con cada lluvia porque el primer cuadro siempre queda inundado.

Como parte de la estrategia “Acción Vial”, hablaremos de la basura en las calles de la ciudad y sus consecuencias cuando llueve.

La mayoría de las veces nosotros mismos como ciudadanos ayudamos poco y tenemos mucha culpa cuando la lluvia hace estragos en el Centro, dejando calles prácticamente bajo el agua.

Esto dificulta el tránsito de los vehículos y los peatones, quienes incluso a veces se despojan de su calzado para sortear los charcos.

En días pasados un vídeo de Alix Yicté Mijangos, colaboradora de Grupo Megamedia, se hizo viral porque captó el momento en el que una persona tiraba su basura en la calle.

Ella le pidió a esta persona que levantara sus desperdicios y los llevara a un bote, pero no le hicieron caso y sí la enfrentaron, aludiendo que es una “costumbre de los meridanos”.

Si bien en parte tiene razón esta persona, por aquello de que la gente tira su basura en donde sea menos en los botes de basura, llama la atención que poca gente sabe que tirar desperdicios en la vía pública conlleva una multa o sanción económica.

Lo anterior lo dice claramente el artículo 156 del Reglamento de la Ley de Tránsito y Vialidad del Estado de Yucatán.

En síntesis, este artículo dice que “se prohíbe a los conductores y pasajeros arrojar basura a la vía pública desde cualquier vehícu-lo estacionado o en movimiento. De igual forma, se prohíbe a los peatones tirar basura en la vía pública, en lugares no autorizados para tal efecto. Por basura se entenderá todo material o producto cuyo propietario o poseedor desecha y que se encuentra en estado sólido o semisólido, líquido o gaseoso contenido en recipientes o depósitos”.

También existe una multa equivalente a 9 ó 12 Unidades de Medida y Actualización. Es decir, hay que pagar 967 pesos con 2 centavos por esa infracción al reglamento.

Ahora bien, es cierto que muchas veces las mismas calles o unidades de transporte no están del todo equipadas con recipientes para basura, pero en nosotros, como ciudadanos, está el conservar limpia la vía pública, ya que si está sucia las rejillas del drenaje se taparán, ocasionando charcos en las calles e incluso serios problemas en nuestra salud.

Por ello, si estás en la vía pública y no encuentras un bote, hazte responsable de tu basura y guárdala hasta llegar a tu casa o encontrar un recipiente. Si ves que alguien tira sus desperdicios, amablemente dile que no debe hacerlo o avisa a una autoridad para que la inviten a cumplir la ley.

Tal vez parezca una tarea difícil, pero el cambio debe comenzar paulatinamente hasta que sean más los ciudadanos conscientes y que cuiden no sólo las calles, sino el medio ambiente.— JOSÉ ALBERTO GUERRERO SILVA

Fuente: Diario de Yucatán.

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