Esperanzas de que mejore en la tercera semana de la temporada; precio de entre 70 y 85 pesos benefició a pescadores y “pulperitas”

Pese a la baja captura en estos primeros días de temporada de pulpo, los hombres de mar de confían en que para la tercera semana la situación mejore considerablemente. Durante este segundo día de captura se reportaron arribos de entre 3 y hasta 30 kilos por lancha; en el muelle del Camino Real aumentó la salida de embarcaciones. Y el precio del kilo del producto crudo osciló entre 70 y 85 pesos.

Una actividad que, pese al buen precio, no es remunerada como se debiera, pues la actividad comienza desde las 5 de la mañana, pues no se puede dejar todo listo para la salida a la mar desde un día antes, ya que en el caso de este muelle, no cuentan con vigilancia, luz, agua potable y otros servicios.

Apenas llegan los primeros rayos del sol, una fila de al menos 8 embarcaciones inicia camino mar adentro. La marca que dejaron algunos fue de 9 a 10 millas náuticas donde encontraron suficiente presencia de octópodo, esperando a que llegue un “norte” que arrastre más biomasa dentro del margen permitido por la Ley de Pesca Comercial de Campeche, que establece que los pescadores de ribera se deben mantener en un margen de 12 millas náuticas.

Previamente, se dispuso la preparación de los últimos detalles de la embarcación, revisar las líneas de las jimbas, checar que las neveras estén en óptimas condiciones, darle la última afinación al motor para que no se sufra de algún percance en medio del mar, equipar el garete, preparar la carnada que aunque ha estado un poco cara, usan las manitas de cangrejo, por su durabilidad, así como revisar que el ancla aún conserve la forma. En cuestión de seguridad no se preocupan, la salida no es tan lejos.

José Pérez, joven pescador de apenas 24 años, aprendió el oficio por gusto y no obligación o tradición; hoy es el líder de la Cooperativa Pescadores en Defensa del Mar. Él hizo su primer viaje a la edad de 4 años, acompañó a su padre, a una de las temporadas de pulpo precisamente, cuando en ese tiempo se sacaban desde 50 hasta 90 kilos por viaje; hoy, a pesar de su corta edad, asegura no volverá a ver en su vida algo similar, pues acusó que hay mucha depredación durante la veda y las autoridades no hacen nada para detener la captura ilegal, mientras, la especie también se va estresando y alejando.

Fue el segundo día de captura y algunos tuvieron mejores resultados, aun así el gasto del combustible que cada vez es más caro, afecta las utilidades que el producto derrama en los pescadores. Aquella fama de que diario se sientan a platicar sobre el día con los compañeros de oficio, pero con dos o tres bebidas embriagantes o en su caso que hacen uso de algunas hierbas para mantenerse calmos durante las 7 u 8 horas de jornada laboral bajo el sol, han quedado atrás, el poco dinero que ganan es utilizado para pagar sus deudas y dar de comer a la familia.

No obstante que el guiador de la embarcación capturó un aproximado de 12 kilos, que representan entre 800 y 100 pesos, éste responsablemente regresó a la mar más de 20 ejemplares que no cumplían con la talla legal para poder ser comercializada, ya sea para los grandes acaparadores o por aquellas comerciantes conocidas como “pulperitas”, quienes especulaban por rumores de los muelles que el precio del producto estaría en 120 pesos de inicio, pero afortunadamente para todos, se equivocaron y aún se espera mejor captura, así como mejor precio.

Si un pescador va solo, solo se preocupa de sí mismo, en este caso el marino se ocupó de sus acompañantes.

-En el mar todos somos hermanos, no podemos dejar varados a los compañeros a la gracia del Señor en medio de la nada, es importante que como pescadores nos apoyemos, pues el día de mañana necesitaremos algún favor similar, aún hayas tenido alguna discusión por diferencia de opinión con alguien, no es bueno que esa molestia ponga en riesgo la vida de otra persona, por ello aquí nos olvidamos al menos, del problema.

Agregó que se ha dado la situación de que pescadores caen a la mar y tienen que ser apoyados por otras embarcaciones; recordó que alguna ocasión, su propio hermano tuvo algunos problemas con su motor durante la jornada laboral, cuando pegaron a tierra se enteraron que otros compañeros de igual manera tuvieron que ser remolcados, situación que empeora el estado económico de algunos pues una compostura de motor para dejarlo impecable ronda entre 5 mil hasta 7 mil pesos, dependiendo todo lo que le vayan a hacer a la máquina.

-Si hubiera venido solo como lo tenía planeado, estaría contemplando el cielo, jugando con el celular, aunque a veces no hay señal -obvio, pendiente de las líneas- o de ocioso imaginándome cosas; es diferente cuando vienes acompañado y con alguien interesado en el tema, aunque no sea pescador, preguntándome, que estén pendientes de las líneas por la desesperación de aprender a identificar cuándo un pulpo está prendido de la carnada; a veces me paro cerca de los compañeros para medir cómo va el día y planear hacia dónde nos movemos a buscar otro punto de captura.

Padre de tres pequeños, relató que la vida de un pescador no es fácil, por la fama que tienen muchos, misma que anteriormente se mencionó y recalcó que quedó atrás, pues la situación económica está por demás difícil como para aún así mantener algunos vicios, pues explicó que al no tener un sueldo seguro ni prestaciones como en otras actividades, “no nos podemos dar el lujo de no salir algún día y cuando vienen los “nortes”, aunque sabemos que el beneficio es que se arrastre el pulpo a las costas, es desesperante pasar tres o cuatro día sin actividad, pues día que no trabajamos, significa que es un día sin dinero”.

Agradeció a su actual patrón que a él y otro número incierto de pescadores, no sea abusivo como se han presentado en otros casos, todo es frente a los compañeros, sin secretos y todo se reporta, capturas, daños, arribos, desembarques, entre otros aspectos que se deben mantener informados como en cualquier empresa o lugar de labores, al final del día, quien provee los motores y las embarcaciones es quien tiene la primera mano para comprar el producto, pagado como se debe y sin miramientos, entre 70 y 80 pesos.

Cada que sacaba alguna especie fuera de la talla, su expresión fue sobre la ambición de los buzos, de los depredadores y algunos compañeros pescadores que sin importar que los ejemplares no tengan precio por el momento y no tengan mucho que ofrecer, así los sacan para llevarlo a sus casas y mal venderlos por tener una medida que no estaba permitida.

Así pasó cerca de una 20 veces, casi la misma cantidad de ejemplares que sí estaban dentro de la norma, pero que a comparación de estos, los demás fueron regresados al hábitat marino para que se terminaran de desarrollar.

Cabe mencionar, que los años de experiencia no son símbolo de conocimiento, pero en muchos de los casos de los pescadores si lo es, estos ya tienen trazadas sus rutas no solo en los dispositivos satelitales, sino que además hasta sin ellos pueden circular en la mar sin la preocupación que se desvíen o llegaran a perderse en la inmensidad del Golfo de México, su vista es una de las

herramientas importantes, pues vigilan desde la pequeña embarcación hacia la bahía y buscan sus puntos de referencia a la distancia.

Fuente: El sur de Campeche.

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