Precisiones sobre el proyecto en la zona de Chichén

El director del Patronato Cultur, Dafne López Martínez, calificó de normal la postura del grupo de artesanos que se opone al proyecto de modernización del parador turístico de Chichén Itzá, sitio considerado Maravilla del Mundo. Aunque negó que tuviera previsto algún desalojo de comerciantes.

Varios artesanos, asesorados por el abogado Villevaldo Pech Moo, advirtieron el sábado pasado que no permitirán que los desalojen, pelearán por sus derechos y aclararon que ese proyecto no se elaboró con el consenso de los artesanos —como sostiene López Martínez— ni conocen el proyecto.

Al responder a este grupo de inconformes, el director de Cultur recordó que ellos siempre han fijado su postura negativa y la respeta, para él no es nada nuevo esa manifestación.

El funcionario reiteró que apenas el miércoles pasado, antes de una rueda de prensa, él se reunió con los cuatro grupos de artesanos que trabajan en Chichén Itzá y ante ellos nunca se habló de algún desalojo. Les explicó que ese proyecto se concibió para el beneficio de los comerciantes y para que los turistas tengan una experiencia agradable durante su visita a la zona arqueológica.

Fue un trabajo conjunto de más de un año, se logró un consenso con los cuatro grupos de artesanos y la propuesta es que la solución a los problemas sería con ese proyecto que se desarrollaría en el entorno del parador turístico, apuntó.

La propuesta del INAH era alejarlos del entorno de la zona arqueológica, pero finalmente aceptó que sea en el entorno del sitio arqueológico, agregó.

López Martínez dijo que por cuestiones de tiempo y la logística de entrega-recepción de la dependencia al nuevo gobierno estatal no presentará este proyecto a los artesanos, pero cuando lo vean notarán que solucionará las principales demandas de los artesanos, tendrán un lugar apropiado para que vendan sus productos.

“Se tomó en cuenta el punto de vista de todos los prestadores de servicios y se pensó para que los turistas vivan una experiencia agradable en su visita a una de las maravillas del mundo moderno”, enfatizó.

“Los artesanos expusieron que era muy cansado llevar y retirar a diario sus productos, armar a diario su puesto y con ese proyecto se solucionará. Otros pidieron que se mantuviera en el mismo sitio donde está el flujo de turistas y también se contempló esa petición”.

El presidente del Consejo Empresarial Turístico, Jaime Solís Garza, dijo que ese grupo de artesanos está en desacuerdo porque no conoce el proyecto, pero sin duda es un “ganar-ganar” porque será un lugar adecuado y cómodo donde el turista deseará visitar para comprar.

“Hay que darle gusto al turista porque sin él no hay negocios”, comentó. “Sé que Cultur, Sefotur y el INAH cabildearon el proyecto, se reunieron con varios líderes de artesanos y prestadores de servicios y lograron un proyecto que busca el bienestar de los prestadores de servicios y del turista”.

Solís Garza dijo que seguramente el proyecto de modernización del parador turístico de Chichén Itzá afecta muchos intereses y acabará con la red de corrupción que hay en esa actividad.— Joaquín Chan Caamal

Además, consideró que se debe explicar a detalle ese proyecto a los artesanos inconformes para que se den cuenta que no es una guerra de los turisteros contra los artesanos, sino que es un proyecto que tiene la intención de hacer que el turista que visite Chichén tenga la mejor experiencia porque así regresará y recomendará el sitio arqueológico.

“Cuando Cultur presentó el proyecto al sector pregunté si estaba cabildeado y me dijeron que sí”, recordó el presidente del Cetur. “Que si contaba con todos los permisos, me dijeron que sí; que si tiene el visto bueno del INAH, me dijeron que sí; que en cuánto tiempo se desarrollaría, me dijeron que en seis meses; si comenzaría en esta administración, me dijeron que no; cuánto costaría, me dijeron que 86 millones de pesos”.

El líder empresarial informó que él no participó directamente en estos trabajos porque el presidente en ese entonces era Jorge Escalante Bolio, quien junto con el presidente de los hoteleros, Héctor Navarrete Medina; el titular de Sefotur, Saúl Ancona Salazar, y el licenciado López Martínez, trabajaron a fondo en este proyecto de modernización.

Respuestas

“Cuando Cultur presentó el proyecto al sector pregunté si estaba cabildeado y me dijeron que sí”, recordó el presidente del Cetur. “Que si contaba con todos los permisos, me dijeron que sí; que si tiene el visto bueno del INAH, me dijeron que sí; que en cuánto tiempo se desarrollaría, me dijeron que en seis meses; si comenzaría en esta administración, me dijeron que no; cuánto costaría, me dijeron que $86 millones”.

Diario de Yucatán.

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